
5 conceptos erróneos sobre el agua potable: lo que realmente necesitas saber
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Beber sano es un hábito cotidiano. Pero ante tanta información, a menudo contradictoria, es fácil caer en prejuicios. En FILTRE-à-EAU.fr, creemos que es fundamental educar a los consumidores sobre los hábitos adecuados, basándonos en hechos, no en creencias.
Aquí hay 5 mitos comunes sobre el agua potable… y lo que realmente deberías pensar sobre ellos.
Mito n.° 1: Es seguro beber o cocinar con agua caliente del grifo.
Falso. Este reflejo común puede parecer práctico, pero conlleva riesgos reales para la salud.
El agua caliente disuelve más sustancias en las tuberías que el agua fría. Por lo tanto, es más probable que contenga plomo, cobre u otros metales pesados. Los calentadores de agua, por otro lado, son ambientes estancados que favorecen la proliferación bacteriana. Si el mantenimiento es insuficiente, pueden desarrollarse microorganismos como la legionela.
El reflejo correcto: utilizar siempre agua fría para cocinar o preparar bebidas y luego calentarla aparte si es necesario.
Mito n.° 2: Hervir el agua elimina todos los contaminantes peligrosos
Parcialmente cierto. Hervir el agua neutraliza eficazmente ciertos contaminantes biológicos, como bacterias o virus. Esto resulta útil en caso de duda temporal sobre la calidad sanitaria del agua (rotura de la red, contaminación temporal, etc.).
Sin embargo, esto no elimina los metales pesados, los contaminantes químicos ni las PFAS (sustancias perfluoroalquiladas y polifluoroalquiladas). Peor aún, la ebullición puede concentrar ciertos elementos indeseables.
El reflejo correcto: si desea un agua más pura, opte por una filtración certificada (carbón activado, filtración cerámica, ósmosis inversa según sus necesidades).
Mito n.° 3: El agua embotellada es necesariamente más segura que el agua del grifo
Falso. En realidad, muchas aguas embotelladas son simplemente agua del grifo reprocesada. Y las normas que se aplican al agua embotellada no son necesariamente más estrictas que las que rigen el agua del grifo.
Otros puntos a considerar:
- Las botellas de plástico pueden liberar residuos químicos (como BPA) cuando se exponen al calor.
- Generan residuos plásticos masivos, que rara vez se reciclan.
- Gran parte del agua que se vende se almacena durante mucho tiempo, sin garantía de frescura.
Lo correcto: Si el agua del grifo es potable, fíltrela y llévela en una botella reutilizable. Es más económico, más ecológico y más fiable.
Mito n.° 4: La prueba del colorante rojo te permite saber si un filtro es efectivo
Falso. Esta prueba es principalmente una demostración de marketing. El principio es simple: se pasa agua coloreada de rojo a través de un filtro. Si el agua sale clara, significa que el filtro funciona.
En realidad, esta prueba no prueba nada sobre contaminantes químicos ni micropartículas peligrosas. El colorante rojo es una molécula grande, fácil de capturar. Sin embargo, esto no significa que el filtro elimine metales pesados, pesticidas ni residuos de medicamentos.
El reflejo correcto: elegir filtros certificados por organizaciones independientes (como las normas NSF/ANSI en Europa) que prueban su eficacia contra contaminantes específicos.
Mito n.° 5: El agua alcalina es mejor para la salud
Falso. Algunos fabricantes promocionan los beneficios del agua alcalina, producida mediante la ionización del agua mediante electrólisis. En teoría, esto resultaría en un agua más básica con efectos antioxidantes.
Pero en la práctica:
- La electrólisis sólo funciona bien con agua altamente mineralizada,
- El impacto del agua alcalina en la salud no está científicamente comprobado,
- Ninguna organización de salud pública recomienda su uso.
- El agua alcalina es por tanto ante todo un argumento de marketing y no una necesidad fisiológica.
Lo correcto: beber agua filtrada, limpia y baja en minerales si eres sensible, y sobre todo, estar bien hidratado… independientemente de su pH.
✔️ En resumen: elegir agua segura significa, ante todo, estar informado.
En lugar de ceder a las promesas de marketing o atajos fáciles, es mejor:
- Confíe en datos fiables,
- Filtrar el agua de forma inteligente,
- Realiza el mantenimiento de tus instalaciones (grifos, calentadores de agua, etc.),
- Y utilice equipo certificado.
Porque el agua buena es aquella adaptada a su entorno, bien tratada y bebida con sentido común.